¿Qué es un hemoabdomen?
Como su nombre indica, se trata de la presencia de sangre libre en la cavidad abdominal. Por desgracia, es una patología comúnmente observada en urgencias y que requiere una intervención inmediata.
¿Cuáles son sus principales causas?
Existen diferentes causas que pueden provocar esta patología, y las podemos clasificar principalmente según de donde provenga el sangrado:
- Traumatismo: los golpes en el abdomen provocan la ruptura de algún órgano interno abdominal. Los más comunes afectados son el bazo y el hígado por su tamaño, y las causas atropellos y gatos que se caen desde un piso, el llamado “ síndrome del gato paracaidista”
- Neoplasia/masa: tumores de localización abdominal. El más común es el hemangiosarcoma de bazo o de hígado. Pero cualquier masa/tumor intraabdominal puede producir el sangrado si se rompe. Hay que comprender que son masas que están creciendo de manera descontrolada y en cualquier momento pueden romperse y comenzar un sangrado intraabdominal
- Alteraciones en la coagulación: los animales no pueden coagular correctamente y se produce un sangrado hacia diferentes cavidades. Esto sucede en la intoxicación por raticidas, enfermedad de Von Willebrand, hepatopatía muy graves…
¿Existen animales predispuestos a un hemoabdomen?
Cualquier animal puede sufrir esta alteración, pero sobre todo debemos sospechar en estas dos situaciones:
- En animales geriátricos y de talla grande, que presentan masas intraabdominales no controladas. Muchas veces los propietarios desconocen la presencia de esta masa intraabdominal y de ahí su riesgo.
- Todos aquellos animales que hayan sufrido un traumatismo (atropello, gato paracaidista…)
- Aquellos animales que tengan acceso a tóxicos/raticidas u otros productos que impidan la coagulación sanguínea.
¿Qué signos presentan los animales con hemoabdomen?
A veces es complicado saberlo ya que, en primer lugar, muchos propietarios desconocen que el animal presenta una masa intraabdominal, y en segundo lugar, porque los signos presentados por un animal con hemoabdomen suelen ser en muchos casos poco representativos o alarmantes para la familia.
El principal signo es la apatía, debilidad y dificultad o falta de ganas de moverse. En numerosas ocasiones acuden por vómitos, y también puede estar presente el dolor abdominal.
Debemos fijarnos en el color de las mucosas ya que si el sangrado es abundante, suelen estar pálidas, perdiendo el color rosáceo característico. Esto se puede ver fácilmente en la encía o parte interior del labio, o en la conjuntiva del ojo.
¿Cómo se diagnostica el hemoabdomen en perros y gatos?
Nuestro equipo de urgencias, tras pasar una primera anamnesis y esclarecer o descartar la ingesta de tóxicos/raticidas (con capacidad anticoagulante y productor de sangrados en cavidades), pasará a realizar una exploración física del animal, que, dependiendo de la cantidad de líquido libre presentado, podremos observar cambios compatibles con una falta de perfusión de tejidos, como mucosas pálidas, TRC (Tiempo de relleno capilar) mayor a dos segundos, así como de shock hipovolémico (taquicardia, hipotermia, hipotensión).
Tras esto, y tras sospechar de un posible hemoabdomen, en hospitalización realizaremos una A-FAST (ecografía abdominal de urgencia) para confirmar nuestras sospechas, así como una T-FAST (ecografía torácica de urgencia) por si también presentase líquido en tórax o en pericárdico.
Una vez observado este líquido libre intraabdominal, valoraremos según su cantidad, realizaremos una punción para obtener una muestra para su análisis, siempre que sea posible.
Además , es necesario extraer sangre al animal para ir realizando un análisis de sangre completo, que será imprescindible para saber si presenta anemia, y otras alteraciones orgánicas internas (por ejemplo, hepatopatías , fallo renal…), así como para poder clasificar este líquido libre como “sangre”.
También realizaremos pruebas de coagulación pT (coagulación extrínseca y común) y apTT (coagulación intrínseca y común) por si el hemoabdomen hubiera surgido por un fallo de los mismos.
El análisis de líquido libre, nos ayuda a categorizar la patología en función de las propias características de este líquido para saber si es un exudado (en este caso, sangre) , es estéril, séptico, etc.
- Si en el momento de realizar la A-FAST de urgencias, el líquido libre presentado no es puncionable, el animal deberá permanecer hospitalizado para realizar A-FAST seriadas y así mantenerlo bajo observación. Si el sangrado fuese activo, tras unas horas, observaremos más cantidad de este líquido y podemos extraer una muestra para proceder a su análisis.
- Si es puncionable en el momento del ingreso, tomaremos una muestra y realizaremos las siguientes pruebas para confirmar que se trata de sangre.
-Hemograma del líquido libre: donde valoraremos el hematocrito (similar al del paciente) y el recuento plaquetario. Por tanto, debemos compararlo con el análisis de sangre completo realizado al paciente en el momento del ingreso.
-Citología del líquido: para observar al microscopio si el líquido libre presenta plaquetas (sangrado activo) o no; así como la celularidad predominante (eritrocitos, neutrófilos y linfocitos)
-Densidad y proteínas totales: para clasificar el líquido libre como “exudado” en el caso del hemoabdomen.
-Glucosa: para saber si es séptico o aséptico.
¿Cómo se trata el hemoabdomen en los perros y los gatos?
Una vez confirmada la presencia de un sangrado en la cavidad abdominal, y realizadas todas las pruebas, dependiendo de si se trata de un sangrado activo o no, y cuál es la causa de este sangrado , valoraremos:
- Si se trata de un sangrado por un fallo de la coagulación (raticidas/hepatopatías) : debemos aportar estos factores de coagulación : adm vit K +/- transfusión plasma +/- transfusión concentrado eritrocitos + tratamiento sintomático
- Si se trata de un sangrado por una masa/neoplasia intraabdominal rota:
- Sangrado activo: estabilización del paciente (valorar transfusión de concentrado eritrocitos previa a cirugía, aunque en este momento tengamos un sangrado activo) y laparotomía exploratoria
- Sangrado inactivo: según su hematocrito y signos de descompensación: valorar transfusión de concentrado de eritrocitos. También se pautaran A-FAST seriadas (dado que el sangrado puede activarse en cualquier momento) y se realizará una ecografía de especialidad para valorar: la localización, la extensión de esta masa y su posible resolución quirúrgica.
- Si se trata de un hemoabdomen debido a un traumatismo, se valorarán distintos puntos antes de optar por la resolución quirúrgica: estado general del paciente, si el sangrado es activo o no, de donde proviene este sangrado…
En cualquier caso, deberá permanecer hospitalizado con oxigenoterapia (dado que su cantidad de eritrocitos en sangre capaces de transportar el oxígeno se verá disminuido) , así como fluidoterapia, y monitorización exhaustiva porque son pacientes UCI y en cualquier momento se pueden descompensar.
Por otro lado, si es necesario realizar una transfusión de sangre, se debe tipificar la sangre previamente y/o realizar un crossmatching (si es su segunda transfusión) para evitar reacciones de hipersensibilidad.
¿Cual es su pronóstico? ¿Qué recomendamos?
El pronóstico es reservado, ya que dependerá principalmente de la causa que lo haya originado.
Por ejemplo, si el hemoabdomen es debido a una ruptura de bazo tras un traumatismo, la resolución quirúrgica (esplenectomía), daría un pronóstico de reservado a bueno.
Sin embargo, si se trata de un hemangiosarcoma esplénico roto, lo más probable es que su pronóstico, aún revolviéndose quirúrgicamente, sea de reservado a malo, pues en la mayoría de los casos ya presentan metástasis en el momento de su diagnóstico.
Si nuestra mascota es un perro de talla grande y geriátrico, estas son nuestras recomendaciones:
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- Realizar una ecografía abdominal anual de revisión para descartar procesos tumorales/masas intraabdominales
- Un análisis de sangre completo (para descartar hepatopatías u otras alteraciones…)
- Evitar el acceso a tóxicos/raticidas.
- Estar siempre alerta a los posibles atropellos paseando siempre con correa.