Hipertensión en gatos Cómo detectar esta grave enfermedad

¿Alguna vez has oído hablar de la hipertensión felina?

Igual que sucede en personas, la hipertensión es una enfermedad grave que puede padecer el gato y que puede tener consecuencias complicadas si no se trata.

Hoy vamos a conocer esta enfermedad y sus consecuencias pero, sobretodo, consejos sobre como prevenirla.

¿Qué es la hipertensión felina ?

La hipertensión en gatos se define como la elevación constante de la presión arterial.

Cómo tal la hipertensión es un signo clínico que, por si sólo no se manifiesta, y no puede ser reconocida por las personas que tenemos gato. Serán las consecuencias de esta hipertensión sobre diferentes órganos, los que produzcan signos de alarma reconocibles.

Todos sabemos que las personas nos tomamos la tensión para ver sus valores, pues un incremento o disminución en estos pueden producir diferentes problemas.

Las personas sufrimos hipertensión primaria, no motivada por otra enfermedad, sin embargo, y en términos generales, en los gatos esa hipertensión es secundaria a otras dolencias.

Gato Indoor
Gato Indoor (Foto de Mati Mango en Pexels)

¿Porqué se produce hipertensión en el gato?

Existen muchas causas predisponentes, pero cuando hablamos de hipertensión felina podemos encontrar tres tipos diferentes:

Hipertensión primaria o idiopática: no guarda relación con ninguna enfermedad o se desconoce su origen

Hipertensión secundaria: es la más frecuente, causada por una enfermedad o trastorno endocrino como pueden ser la enfermedad renal, la diabetes o el hipertiroidismo entre otras.

Falsa hipertensión o » Síndrome de bata blanca»: es aquella subida puntual como respuesta al miedo o estrés, cómo por ejemplo durante la visita al veterinario.

Síntomas de la hipertensión felina

Los problemas surgen cuando la hipertensión se mantiene en el tiempo, debido a que es perjudicial para el organismo.

Los síntomas están relacionados con las patologías sistémicas que padecen. Los principales órganos afectados son: los riñones, los ojos, el corazón y el cerebro y el sistema nervioso.

Para conocer todos los detalles, preguntamos a nuestros especialistas cómo afecta la hipertensión a estos órganos.

 

  • Daño sobre los riñones:

Rocío Paniagua, Veterinaria adjunta del Servicio de Medicina Interna nos lo explica.

Entre el 20-60% de los pacientes felinos con enfermedad renal crónica presentan hipertensión arterial, afectando negativamente al pronóstico de la enfermedad.

La enfermedad renal y la hipertensión sistémica están íntimamente relacionadas, ya que la enfermedad renal es una causa de hipertensión y viceversa.

La presencia de una hipertensión arterial sostenida en el tiempo afecta directamente al glomérulo, que son las pequeñas estructuras de capilares situadas en el riñón donde se filtra la sangre y se elabora la orina.

El daño sobre el glomérulo, altera diferentes mecanismos reguladores generando a medio plazo hipertensión glomerular y glomeruloesclerosis.

Estos factores están asociados directamente a la velocidad de progresión de la enfermedad renal, traduciéndose en un incremento de los parámetros renales sanguíneos como la creatinina o la urea, y la aparición de signos clínicos asociados, como vómitos deshidratación y apatía.

Un aumento de crisis urémicas (elevación de parámetro renales),  conlleva incremento de periodos de hospitalización del paciente, así como incremento en la tasa de mortalidad del paciente.

Gato hospitalizado
Gato hospitalizado por hipertensión

 

  • Signos oculares secundarios a la hipertensión:

Preguntamos a nuestra oftalmóloga Miriam Caro.

Los motivos de consulta que más frecuentemente son observados son la ceguera aguda y las hemorragias en cámara anterior (hipema), nos explica Miriam, aunque muchas veces, lo que más les llama la atención en su gato es que tiene las pupilas dilatadas.

En la exploración oftalmológica los hallazgos clínicos más comunes son:

Hemorragias en segmento posterior (pre-retinales, retinales y vítreo)

Desprendimientos de retina

Aneurismas de iris.

Es frecuente que estas lesiones aparezcan antes que otros signos clínicos que afectan a los diferentes órganos. Aproximadamente el 50% de los gatos hipertensos presentan cambios en la retina.
Por ese motivo se recomienda la revisión del fondo del ojo por un oftalmólogo cuando hay sospecha de hipertensión sistémica.

 

Dilatación de pupilas gato por hipertensión felina
Dilatación de pupilas gato

 

Hemorragia cámara anterior
Hemorragia cámara anterior

 

  • Efecto de la hipertensión sobre el corazón y el aparato circulatorio.

Nuestra cardióloga veterinaria Lola Porteiro nos lo explica.

La hipertensión sistémica grave puede producir ya sea cambios funcionales como cambios estructurales a nivel cardiaco.

El aumento de la presión crea una resistencia en la circulación sistémica que dificulta la salida de sangre desde el corazón, el cual intenta superar esta dificultad aumentando principalmente el espesor del músculo cardiaco (miocardio) y la fuerza de contracción.

Estos mecanismos de compensación son eficaces a corto plazo, pero con el tiempo no son suficientes y se produce la descompensación cardiaca. La aorta se dilata, el corazón aumenta de tamaño, las venas pulmonares se dilatan y se produce la insuficiencia cardiaca congestiva (edema pulmonar).

 

Sabiendo todo esto, los síntomas clínicos y alteraciones en el examen físico más frecuentes son:

  • Aumento de la frecuencia respiratoria o taquipnea
  • Dificultad respiratoria o disnea
  • Soplo
  • Arritmia

 

Cardiologa realizando ecocardiografía
Cardiologa realizando ecocardiografía
  • El Sistema Nervioso puede afectarse por la hipertensión

Estonos lo comenta Alberto Muñiz del Servicio de Neurología.

La hipertensión mantenida en el tiempo, puede generar signos neurológicos entre el 15-46% de los gatos afectados.

Los signos clínicos neurológicos detectables en casa más frecuentes son:

  • Desorientación
  • Depresión
  • Ataxia
  • Signos vestibulares (ladeo de cabeza y giros en círculos).

La causas físicas de estos signos se producen cuando la tensión supera la capacidad autorreguladora de la vasculatura cerebral, dando lugar a una encefalopatía hipertensiva. Estos pacientes mejoran sus signos neurológicos cuando se instaura una terapia antihipertensiva adecuada.

Diagnóstico de la hipertensión felina

El veterinario suele diagnosticar la hipertensión en consulta cuando realiza el protocolo diagnóstico de la enfermedad secundaria.

Por ejemplo, imagínate que tenemos un paciente felino con pérdida de peso, y que vomita de forma intermitente. En la analítica sanguínea, hemos detectado un incremento de los valores que miden la funcionalidad renal. Pues entre las pruebas que realizaremos, además de una ecografía abdominal y analítica específica de orina, mediremos la presión arterial para ver si es o no hipertenso.

Medición de tensión en un gato

La medición de tensión es una prueba casi siempre sencilla y que apenas lleva unos minutos. Como sucede en personas, es necesario la colocación de un manguito de presión en una de sus extremidades o en el rabo si hay dificultades con las patas.

La medición se debe realizar con el paciente relativamente tranquilo y ya familiarizado con su entorno, la consulta y el veterinario. El movimiento del gato, la situación y el estrés puede producir mediciones dispares unas de otras, y en general hacemos una media de las más representativas.

En los casos de hipertensión en los cuales existe una enfermedad de base lo más probable es que detectemos los síntomas de dicha enfermedad antes que los de una hipertensión.

A partir de 160 mmHg de presión arterial sistólica (PAS) mantenida en el tiempo, empezamos a decir que ese paciente puede tener hipertensión. Es frecuente encontrar gatos en consulta que la primera medición que hacemos, este valor supera los 200 mmHg.

Medición de tensión en gatos
Medición de tensión en gatos

Respecto a los signos clínicos, en el caso de una enfermedad renal podemos encontrar vómitos o pérdida de apetito y de peso. Sin embargo en el hipertiroidismo los síntomas más llamativos suelen ser una pérdida de peso ante una mayor ingesta de comida y la hiperactividad que presenta el gato.

 

Conclusiones sobre la hipertensión felina

Teniendo en cuenta todo esto que hemos contado, hay que prestar especial atención a la prevención, ya que muchos gatos a partir de una determinada edad, padecen hipertensión de forma oculta.

A partir de los 7 y hasta los 10 años de edad en gatos sanos se debería de realizar una visita al veterinario por lo menos una vez cada 12 meses, en esta visita debería realizarse una exploración fisica general, una analítica de sangre completa y una medición de la presión arterial.

Damos las gracias a nuestra compañera Emma Moreno por escribir este artículo tan interesante:

Auxiliar Veterinario

 

 

 

>> Emma Moreno – Auxiliar Veterinario

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