¿Qué es la hipertensión pulmonar en perros y gatos?
Para entender qué es la hipertensión pulmonar en perros y gatos, primero debemos saber qué es la hipertensión arterial.
La hipertensión arterial, es un incremento de la presión sanguínea dentro de las arterias.
Y esto, ¿cómo puede suceder?: El sistema circulatorio funciona como una “tubería” y la sangre es el contenido que fluye por las mismas. Si este “tubo” se estrecha o se produce resistencia de alguna manera al paso de la sangre, aumentará la presión de la misma.
Por otro lado, si aumenta la cantidad de sangre del interior de este circuito, también aumentará su presión ¿verdad?
Por tanto, la presión sanguínea se basa en 2 puntos principales:
A- el gasto cardíaco (la cantidad de sangre que eyecta el corazón por minuto)
B- la resistencia vascular periférica que encuentra la sangre al pasar.
Sabiendo esto, entenderemos la hipertensión pulmonar, como un incremento de la presión sanguínea arterial del pulmón.
Imagen obtenida de Lifeder para poder entender el sistema circulatorio cardiopulmonar.
Causas de la hipertensión pulmonar en el perro y en el gato
Las principales causas de hipertensión pulmonar suelen ser: cardiacas, pulmonares y sistémicas.
- Las pulmonares generalmente se producen por un aumento de la resistencia vascular del propio pulmón (debido a causas patológicas pulmonares).
- En cambio, las cardiacas, se deberán a un aumento de la cantidad de sangre del sistema circulatorio pulmonar por una insuficiencia cardiaca congestiva izquierda (ICC izquierda) principalmente.
La clasificación de sus causas etiológicas se pueden realizar de dos maneras: localizando de dónde puede venir el problema, y la segunda, según los principales grupos de patologías.
CLASIFICACIÓN 1: localización del problema
HIPERTENSIÓN PULMONAR PRECAPILAR:
- Por un aumento de la resistencia venosa pulmonar debido a cambios estructurales primarios que se producen en la vasculatura propia del pulmón.
HIPERTENSIÓN PULMONAR POSTCAPILAR:
- Típica en perros por Insuficiencia Cardiaca Congestiva izquierda. (ICC izquierda)
CLASIFICACIÓN 2: principales patologías
A su vez, se divide en 6 grupos
- Hipertensión pulmonar “per-sé”: debido a un daño en la vasculatura arterial pulmonar (pre-capilar). Puede ser por causas: idiopáticas, hereditarias, inducida por tóxicos, shunts cardíacos, vasculitis pulmonar, depósitos amiloides… por tanto, siempre tiene una causa. Podemos identificar un subgrupo donde incluiríamos a las enfermedades veno-oclusivas pulmonares y hemangiomatosis pulmonar.
- Por ICC izquierda: (post-capilar) por disfunción ventrículo izquierdo, enfermedad valvular adquirida o congénita (válvula mitral o aórtica).
- Por enfermedad respiratoria, hipoxia o ambas (pre-capilar): debido a enfermedades obstructivas respiratorias que afectan directamente al parénquima pulmonar. En este grupo también incluimos a los perros braquicefálicos o a aquellos que vivan a grandes altitudes (predispuestos a hipoxia).
- Tromboembolismos pulmonares : (pre-capilar) agudo o crónico.
- Parasitarias: (pre-capilar) dirofilaria, angiostrongilus…
- “Cajón de sastre”: (pre/post-capilar) causada por mecanismos asociados o desconocidos.
- Por tanto, estas dos clasificaciones nos arrojan las siguientes datos:
- PRECAPILAR: grupo 1, 3, 4, 5 y 6
- POSTCAPILAR: grupo 2 y 6
Complicaciones de la hipertensión pulmonar
Entre las posibles complicaciones de la hipertensión pulmonar destaca el aumento del tamaño del ventrículo derecho cardíaco e insuficiencia cardiaca congestiva asociada. El corazón derecho tendrá que bombear más fuerte la sangre para poder moverla a través de arterias pulmonares.
Como consecuencia, las paredes del corazón se agrandan y el corazón derecho se expande para aumentar la cantidad de sangre que puede contener y así expulsarla con la mayor fuerza posible. Sin embargo, estos cambios hacen que el corazón se esfuerce más y, con el tiempo, el ventrículo derecho deja de funcionar.
Otras complicaciones serían: coagulopatías, arritmias, hemoptisis…
West Highland White Terrier. (Westy). Raza con predisposición a padecer esta patología.
Predisposición a padecer hipertensión pulmonar
Después de haber expuesto las principales causas de la hipertensión pulmonar, resulta más sencillo entender qué animales están predispuestos a padecerlas:
- Animales geriátricos.
- Animales con patologías cardiacas hereditarias, shunts cardíacos…
- Pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva izquierda.
- Pacientes con cualquier tipo de enfermedad respiratoria: tumores pulmonares, enfermedades restrictivas…
- Los animales braquicéfalos o aquellos que vivan a grandes altitudes, aumentando el riesgo de hipoxia, así como todos los pacientes que están siendo anestesiados.
- Los pacientes que sufren tromboembolismos pulmonares.
- Aquellos que presenten parásitos pulmonares y/o cardíacos, entre otros.
Signos clínicos de la hipertensión pulmonar en perros y gatos
Los signos y síntomas de la hipertensión pulmonar se desarrollan paulatinamente y es posible que los propietarios no puedan detectarlo durante meses. Lógicamente, los signos empeoran y son más relevantes a medida que la enfermedad se agrava.
Vamos a observar:
- Cianosis.
- Síncopes.
- Fatiga.
- Disnea/ aumento de la frecuencia respiratoria /jadeo constante.
Diagnóstico de la hipertensión pulmonar en perros y gatos
EN HUMANA
- En humana, se realiza mediante el cateterismo de la arteria pulmonar (rama derecha principalmente) y se miden presiones a este nivel.
- La presión arteria pulmonar normal en humana es < 25 mmHg
EN VETERINARIA
Como ya hemos explicado, esta enfermedad se debe a un aumento de la presión arterial pulmonar. Por tanto, no se puede diagnosticar esta enfermedad con un oscilométrico que mida la presión arterial sistémica, ya que puede no existir un aumento de presión a este nivel.
Para poder diagnosticar una hipertensión pulmonar nos basaremos en los siguientes puntos:
- Signos clínicos presentados por el paciente: síncopes, disnea, intolerancia al ejercicio, otras patologías concurrentes
- Si presenta enfermedades cardiacas subyacentes: ICC izquierda, por ejemplo
- Ecocardiografía para estimar la severidad de la misma- ya sea por enfermedad cardíaca primaria o no.
Podemos estimar la presión arterial pulmonar gracias al doppler espectral. También podemos medir cambios en la propia arteria pulmonar: dilatada, engrosada, distendida… entre otros.
Sus dos principales limitaciones son: que es operador-dependiente y que se necesita experiencia para poder valorar correctamente estos parámetros. Un especialista en cardiología con experiencia es la mejor opción para estos casos.
- Radiografía de tórax: nos puede orientar hacia una hipertensión pulmonar ya que en ocasiones se pueden ver cambios en vasos pulmonares. Por ejemplo: aumento del grosor de la arteria pulmonar, tortuosidad de las venas pulmonares, dilatación de la aurícula derecha…
- Biopsia pulmonar: observando cambios como: un aumento en la capa media arterial o arteriolar, trombosis vasculares, aumento células epiteliales alveolares… etc.
Radiografía de tórax de un Westy con sospecha de fibrosis pulmonar con hipertensión pulmonar
Tratamiento de la hipertensión pulmonar en perros y gatos
Para cualquier tipo de hipertensión pulmonar, ya sea pre o post capilar, debemos seguir las siguientes indicaciones:
- Restricción del ejercicio.
- Prevenir enfermedades parasitarias o infecciosas.
- No vivir en altitudes elevadas ni realizar viajes en avión.
- Evitar anestesia en animales ya predispuestos a hipoxia o geriátricos.
- Suplementación con oxigenoterapia cuando sea necesario
Además, debemos tratar la causa etiológica para acabar con el problema de base:
- Grupo 2: Insuficiencia cardiaca izquierda: seguir directrices para el tratamiento de esta insuficiencia.
- Grupo 3: Enfermedad respiratoria: tratar la causa subyacente y tratar de manera sintomática con antitusivos, ansiolíticos, antiinflamatorios…. según las necesidades de cada paciente. En braquicéfalos: disminuir alteraciones en su ventilación, recomendar la pérdida de peso en animales obesos, humidificar el ambiente, evitar el estrés, utilizar arnés en vez de collar…
- Grupo 4: causas tromboembólicas; tratamiento antitrombótico como por ejemplo heparina bajo peso molecular, anticoagulantes…
- Grupo 5: tratamiento antiparasitario: frente a dirofilaria, angiostrongilus…
- Grupo 6: Origen incierto. Debemos realizar las pruebas necesarias para llegar a un diagnóstico certero. Por ejemplo, en masas obstructivas de la arteria pulmonar se deberá plantear tratamiento quirúrgico.
Ecocardiografía donde se aprecia dilatación de las cámaras derechas del corazón.
Además, existe un tratamiento específico de la hipertensión pulmonar, que no se puede utilizar en todos los casos:
- Inhibidores fosfodiesterasa 5, por su efecto broncodilatador y antiinflamatorio, relajando la musculatura lisa y produciendo vasodilatación: por ejemplo, el sildenafilo
- En los casos de hipertensión pulmonar precapilar (1, 3, 5, 4, 6) nos puede mostrar una mejoría clínica, aunque no siempre, ya que por ejemplo, en hemangiomatosis NO se puede administrar ya que puede generar un edema pulmonar secundario.
- En la postcapilar, por ICC izquierda, podría producir una disminución de signos clínicos. Sin embargo, NO se puede administrar si el animal está descompensado ya que también puede generar edema pulmonar.
Nota: Por tanto, el Sildenafilo puede ser un arma de doble filo y hay que tener cautela a la hora de prescribirlo. La orientación del Servicio de Cardiología es fundamental en estos casos.
Lo más importante es que, tras comenzar un tratamiento, se lleve un control veterinario tras los 15 días de su comienzo. Si todo funciona de manera correcta, las siguientes visitas se podrán posponer cada mes.
¿Cuál es el pronóstico?
La hipertensión pulmonar SIEMPRE tiene una causa primaria y por tanto, la gravedad del proceso y su pronóstico, dependerá de la misma . No obstante, si nuestro paciente ya presenta hipertensión pulmonar siempre será un factor pronóstico negativo.
Recomendaciones generales para la hipertensión pulmonar en perros y gatos
Para los veterinarios:
- Monitorización según los signos clínicos presentados por el paciente así como su causa etiológica.
- Revisiones cada 15 días. Después valorar agendar cada mes.
- Se debe hacer ecocardiografía de seguimiento.
- También nos podemos ayudar de la pulsioximetría, radiografías de tórax, gasometrías, proBNP… según cuál sea la enfermedad subyacente.
Para los propietarios:
- Medir la frecuencia respiratoria en reposo cuando el animal está dormido. Es muy útil y nos indica si el animal está evolucionando de manera correcta o si por el contrario, está sufriendo una descompensación de su enfermedad y podrá acudir con urgencia al veterinario.