ÚLCERA CORNEAL EN PERROS Y GATOS Oftalmología veterinaria

¿Qué son las úlceras corneales?

La úlcera corneal es una de las lesiones oculares que con mayor frecuencia se presentan en las consultas de urgencias.

Esta situación genera inquietud o malestar a nuestras mascotas y generan preocupación al propietario.

Para comprender esta enfermedad, primero debemos conocer unas nociones básicas sobre la anatomía de la córnea: 

La córnea es una estructura transparente que se localiza en la capa más externa y anterior del globo ocular. Está formada por las siguientes láminas: 

  • Epitelio (capa más externa)
  • Estroma
  • Membrana de descemet 
  • Endotelio (capa más interna)

 

partes de cornea de un perro

 

 

La úlcera corneal es un tipo de queratitis o inflamación de esta estructura, causada por la pérdida de una o varias de las láminas descritas. Esta patología cursa con la pérdida de transparencia, neovascularización (aparición de nuevos vasos sanguíneos), edema, pigmentación corneal y en ocasiones déficit visual.

Las úlceras corneales en perros y gatos, suelen ser patologías sumamente dolorosas e incómodas, debido a que esta estructura presenta numerosas terminaciones nerviosas procedentes de las ramas ciliares del nervio trigémino.

Si queremos realizar una clasificación “a grandes rasgos” destacaremos dos grupos: las superficiales y las complicadas. Las superficiales podrán resolverse en la mayoría de los casos con tratamiento médico, mientras que las complicadas requerirán normalmente tratamiento quirúrgico. 

¿Por qué se produce una úlcera corneal en el perro y en el gato?

Las causas de las úlceras corneales son muy numerosas y dispares. y podemos clasificarlas en al menos los  siguientes 6  grupos:

    • Causada por déficit lagrimal: Queratoconjuntivitis seca, meibomitis…
    • Causa Palpebral o de la estructura de los párpados: lagoftalmos, parálisis del nervio trigémino, parálisis del nervio facial, entropión, macrofisura palpebral (exagerada exposición corneal por apertura exagerada de ojos…
    • Causas Anatómicas: entropión, distiquiasis, triquiasis, cilios ectópicos, tumores palpebrales, blefaritis…
    • Causas externas: Traumatismos, cuerpos extraños, agentes irritantes…
    • Causas infecciosas: moquillo, herpesvirus, estafilococos…
    • Causas inmunomediadas

 

perro con ulcera corneal
Imagen: pliegues nasales prominentes en braquicéfalo

 

En la mayoría de ocasiones, suelen estar originadas por traumatismos externos. Sin embargo, es muy importante realizar un correcto examen oftalmológico para descartar el resto de posibles causas. 

Los animales más predispuestos a  sufrirlas son los braquicéfalos, por la posición anatómica de sus globos oculares, siendo en ellos más frecuentes los traumatismos en esta estructura ocular.

Síntomas de las úlceras en perros y gatos

¿Cómo sospechar de una úlcera corneal? Al ser una estructura sumamente inervada, los pacientes suelen acudir a nuestro servicio de urgencias mostrando dolor o molestia. Además, según la causa de esta úlcera, podrá mostrar epifora(lagrimeo), fotofobia (respuesta negativa a luz directa), cambios de coloración del ojo…

Todo esto suele llamar la atención del propietario y es por ello que suelen acudir de urgencia al veterinario. 

Por tanto, los principales signos  que suelen mostrar son los siguientes:

  • Blefarospasmo: cierre de los párpados por dolor ocular.
  • Epífora: excesivo lagrimeo.
  • Fotofobia: molestia ocular producida por una estimulación luminosa.
  • Edema corneal.
  • Miosis o contracción de la pupila (si existe uveítis secundaria).

¿ Cómo se diagnostican las úlceras corneales en los perros y en los gatos?

Para llevar a cabo un correcto diagnóstico,  es necesario realizar un conjunto de pruebas relativamente sencillas de manera protocolizada. Hemos de ser conscientes de que una úlcera corneal puede ser una patología primaria, o secundaria (por ejemplo, en el caso de la queratoconjuntivitis seca). Es por ello que, es necesario realizar un examen oftalmológico completo ya que si no tratamos la causa etiológica, no se resolverá el problema.

Nuestro equipo de urgencias está sumamente familiarizado con esta patología y realizaremos cada paso de forma ordenada.

El diagnóstico comienza en la consulta, tanto por los signos comentados por el propietario como por una  exploración física del animal (si éste mostrase blefarospasmo, epifora, fotofobia, procidencia de la membrana nictitante…)

 

veterinario oftalmologo

Imagen: exploración de ojo

 

Después, debemos realizar un examen minucioso de todas las estructuras oculares. Podemos ayudarnos de algún colirio anestésico para facilitar la exploración y evitar sufrimiento y estrés innecesario del paciente. Debemos examinar párpados, conjuntiva y membrana nictitante, buscando cilios o pestañas que salen por los conductos excretores de las glándulas de meibomio o que atraviesen la conjuntiva palpebral. También podemos encontrarnos cuerpos extraños en la membrana nictitante.  

Después de una primera aproximación, se realizarán las siguientes pruebas:

  1. Test de Schirmer: para poder medir la cantidad de lágrima producida por nuestro paciente. Algunas úlceras corneales se deben a una queratoconjuntivitis seca por disminución de la producción de lágrima, y por tanto será importante saberlo. 
  2. Medición de presiones intraoculares: a veces los animales se muestran molestos por presentar presiones altas o bajas y se rascan los ojos produciendo úlceras corneales secundarias. Es por ello que en esta ocasión habrá que tratar ambas patologías para llegar a una correcta resolución del caso. En otras ocasiones, las úlceras corneales se complican con uveítis, y también es necesario conocerlo y tratarlo. 
  3. Observación de fondo de ojo: valorar si hubiera cambios reseñables, con la lámpara de hendidura. Debemos valorar la profundidad de la cámara anterior y posición del plano del iris para determinar si se ha producido una perforación ocular. La cámara anterior se verá disminuida cuando haya existido perforación. Frecuentemente la salida de humor acuoso por la perforación arrastra al iris y suele taponar el defecto junto con un tapón de fibrina
  4. Test de fluoresceína: para poder observar si existe úlcera corneal o no. Las capas corneales más superficiales son hidrofílicas mientras que las más internas son hidrofóbicas, por tanto si la úlcera es superficial se teñirá con fluoresceína y si es profunda, algunas zonas no.

 

La exploración debe ir encaminada a determinar tanto si existe úlcera corneal, como las características de la misma, su profundidad y su causa. Hay que tener las siguientes consideraciones:

-Manejo del paciente tranquilo, evitando realizar excesiva presión alrededor del ojo. 

-La córnea se debe explorar con medios de amplificación o aumento.

Tipos de úlceras corneales más frecuentes en perros y gatos 

Los principales tipos de úlceras corneales presentadas en el servicio de urgencias son las siguientes:

  • Úlcera superficial no infectada: se teñirá con fluoresceína y normalmente se observará escasa opacidad corneal.
  • Úlcera profunda: se observará una alteración del contorno corneal, se teñirá con fluoresceína, y se verá afectado más de la mitad del grosor del estroma corneal.
  • Úlceras infectadas con licuefacción estromal: se teñirá con fluoresceína. Las bacterias y/o neutrófilos presentes en este tipo de úlceras, producirán enzimas proteolíticas y colagenasas que favorecerán la licuefacción del estroma. Por tanto, la úlcera progresará muy rápido. El lecho y los bordes de la ulcera presentanrán un aspecto blanquecino amarillo verdoso y muchas veces se acompañan de uveítis.
  • Descemetocele: serán úlceras muy profundas que llegarán hasta la membrana de descemet y pueden protruir a través del defecto corneal. Existirá un riesgo de perforación ocular. La membrana de descemet no se teñirá con fluoresceína pero sí los bordes estromales de esta úlcera.
  • Perforación ocular: el defecto será completo, se puede producir el prolapso del iris. No teñirá con fluoresceína, excepto los bordes de la úlcera y podrán existir importantes lesiones intraoculares. 

 

 

intervencion de ulcera corneal gato

Imagen: Fernando Laguna (oftalmólogo veterinario), explora ojo de tigre.

Tratamiento de las úlceras corneales en perros y gatos

Cómo es lógico, el tratamiento de las úlceras corneales dependerá del tipo de úlcera que muestre nuestro animal. A grandes rasgos, las úlceras superficiales y no complicadas, suelen resolver de manera correcta con tratamiento medicamentoso, mientras que las complicadas, en muchas ocasiones , requerirán de tratamiento quirúrgico. 

A continuación, un breve esquema con los tratamientos principales según el tipo de úlcera presentada. Hemos de ser conscientes que cada animal muestra características diferentes y que todos los tratamientos deben ser individualizados. Además, un mismo animal podría presentar distintos tipos de úlceras de manera concomitante. 

  • Si el animal presenta una úlcera superficial no infectada, suele recetarse principalmente un antibiótico tópico de amplio espectro  y un colirio con atropina.  Si se cumple de manera correcta el tratamiento establecido y se impide que el animal se rasque (usando obligatoriamente el collar isabelino), nuestra úlcera podrá resolverse de manera rápida
  • Si nuestra mascota muestra una úlcera profunda, necesitará un tratamiento médico más intensivo. En algunas ocasiones, si existe rápida progresión, se debe plantear incluso  tratamiento quirúrgico.
  • Si padece una úlcera infectada con licuefacción estromal: en la mayoría de ocasiones, el tratamiento será médico y quirúrgico. Para el tratamiento medicamentoso principalmente nos ayudaremos de colirios con antibióticos de amplio espectro. Para la resolución quirúrgica, necesitaremos realizar una limpieza exhaustiva de la zona, usando normalmente  povidona yodada diluida , y después, será necesario desbridar el tejido necrótico con un bastoncillo. Además, debemos inhibir la proliferación de las enzimas proteolíticas y colagenasas: y para ello podremos usar suero autólogo o acetilcisteína tópica; también usaremos atropina al 1 % tópico como ciclopléjico, y se debe valorar colgajo conjuntival. Es necesario realizar controles seriados con el veterinario tras esta intervención para evitar complicaciones como la uveítis.
  • Descemetocele: el tratamiento es quirúrgico. La membrana de Descemet es una de las capas más profundas de la superficie corneal. Es por ello, que será necesario el tratamiento quirúrgico ya que con tratamiento medicamentoso, en la mayoría de situaciones, no se conseguirá resolver esta patología.
  • Por último, la perforación ocular: si nuestro animal presenta este tipo de úlcera hemos de ser conscientes que el tratamiento siempre será quirúrgico.

 

Todas las úlceras corneales pueden progresar de manera rápida, tanto de manera correcta como favoreciendo su empeoramiento. Es por ello que los primeros días se recomiendan revisiones cada 2-3 días o incluso se recomendará su hospitalización en algunos casos como por ejemplo en las razas braquicéfalas.  

¿Cuál es el pronóstico de las úlceras corneales?

Después de haber explicado los tipos de úlceras y sus tratamientos, es más sencillo entender el pronóstico de cada una de ellas. Las úlceras más superficiales y que no se encuentran infectadas, suelen evolucionar de manera favorable.  

No obstante. Las úlceras infectadas pueden ser más graves comprometiendo la capacidad visual de nuestra mascota por dos motivos:

  • Por la formación de cicatrices corneales o sinequias.
  • Por la formación de endoftalmitis que puede conllevar a la pérdida de la visión por la generación de la atrofia del cuerpo ciliar y posterior tisis bulbar. 

 

Es muy importante cuidar y seguir al pie de la letra las indicaciones descritas por el veterinario a la hora de resolver este tipo de patologías. Cualquier úlcera se puede complicar y, si no se resuelve de manera correcta, puede comprometer de manera permanente la visión de nuestro animal. 

 

Imagen: Bulldog frances,raza predispuesta a úlceras corneales
Imagen: Bulldog frances,raza predispuesta a úlceras corneales

Recomendaciones y cuidados sobre úlceras corneales en el perro y en el gato

Siempre que sospechemos de una posible úlcera corneal, se debe acudir al centro veterinario habitual, o en su defecto a un Centro de Urgencia y Especialidades si su clínica está cerrada.

Debemos evitar administrar tratamientos caseros como manzanilla u otras sustancias que, lo único que conseguirán será empeorar la situación. 

Una vez diagnosticado esta patología, se deberá realizar revisiones con su veterinario con la frecuencia que considere oportuna el oftalmólogo.

Siempre será necesario el uso del collar isabelino hasta la completa resolución de la herida, ya que, como hemos explicado, es una patología molesta, y el animal se intentará rascar, ocasionando un empeoramiento del proceso de cicatrización. 

Si cumplimos correctamente con las indicaciones descritas y con todas las pautas recetadas por el oftalmólogo, lo más probable es que el animal vuelva a sentirse bien y feliz en poco tiempo.

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